HORST WILKENS - ULRIKE STRECKER
El brillo del sol, los verdes bosques y la dominante presencia del volcán del Teide hacen de Tenerife un destino de ensueño, con una exuberante belleza natural. El explorador Alexander von Humboldt lo reconoció ya en 1799, cuando describió el esplendor de la isla con un profuso entusiasmo. Paisajes milenarios pueden contemplarse junto a las formas bizarras y los magníficos colores de la actividad volcánica más reciente. En esta isla atlántica aislada, cientos de especies de plantas y animales han evolucionado y son exclusivos de este lugar. Los procesos biológicos subyacentes involucrados en el origen de las especies aquí son, de hecho, comparables a los de las Islas Galápagos. Los húmedos bosques de laurisilva, que parecen encantados, y que desaparecieron hace mucho tiempo de otros lugares, nos transportan millones de años atrás en el tiempo. Estos se encuentran en las proximidades de áridos semi-desiertos, tranquilos pinares y el extraordinario espectáculo floral del Parque Nacional del Teide a altitudes de 2.000 metros. La naturaleza impresiona con lo familiar, pero también con una extravagante diversidad, ampliamente documentada e ilustrada en las más de 260 fotografías de esta guía de naturaleza. Incluye más de 20 consejos para excursiones y paseos, disefiados para ofrecer al visitante una experiencia cercana de la naturaleza en esta isla.