En torno a 1730 las exportaciones de vino malvasía a Inglaterra decaen por completo originándose una grave crisis en la economía canaria, que se agrava por la dificultad de venta de los aguardientes en el mercado caribeño. Las elites insulares encuebtran en el vidueño la salida de sus producciones, que tendrá como destino a las Trece Colonias Norteamericanas. Se abre con ello una época dorada de la ilustración, que se traduce en estrechas conexiones mercantiles e ideológicas en ambos lados del Atlántico. Esta obra aborda el estudio de tales relaciones desde una perspectiva atlántica, porque entiende que sin esa perspectiva global no podrían ser nunca entendidas.