Su padre, aconsejado por los sabios del lugar, decidió que Ernesto, que así se llamaba el Príncipe, emprendiera un viaje por el exterior con el fin de que su ánimo mejorara. En su ruta conoce a una bella muchacha, Azalea, y juntos prosiguen su aventura, encontrando en su camino seres fantásticos, como amazonas, hombres sin cara, un malvado enano..., debiendo sortear algunas dificultades. De vuelta al reino, tras varios meses de travesía, se encuentran con una difícil situación y Azalea demostrará, contra lo establecido, sus cualidades.
Azalea, en su primera edición obtuvo el Premio Atlántico de Literatura Infantil 1993.