La transmisión oral de la cultura popular viaja por el aire. Su condición frágil, aunque poderosa, nos obliga a rescatarla de su etérea existencia para intentar atraparla sobre el papel, lo que le aporta al folklore la peculiaridad de ser siempre antiguo y contemporáneo al mismo tiempo. Por ello, herencia del pasado, creación actual y transmisión futura se unen para formar una oralidad que pertenece a todos y a la vez a ninguno de esos territorios temporales. Solo podemos tomarla prestada, vivirla en nuestro tiempo, enriquecerla sin alterarla y devolverla de nuevo al aire para que los que vienen de atrás la tomen fresca y el ciclo continúe.
Movido por esa necesidad de transmitir nuestro legado cultural y sus valores, el folklorista Benito Cabrera ha tomado trozos de esa oralidad para ofrecernos un recorrido sintético, a la vez que documentado y riguroso, por los entresijos más destacados de la cultura popular de nuestro archipiélago.