He aquí un libro que alumbra con luz viva, quirúrgica, porciones inmensas de geología cinematográfica. Me parece que esto se debe, aparte de a su inteligencia, a que Garci alude alguna forma de ver cine que era una forma de ser, una forma de creer y de salvarse. Muchas películas memorables las recuerda Garci no como películas, sino como acontecimientos íntimos de su vida. Es el hombre de cine total...Maravilloso.