El humor negro es el humor llevado a su extremo más corrosivo y punzante. El más irreverente. Aquel que, al tiempo que lanzas la carcajada, te obliga a exclamar «¡qué bestia!». Más auténtico cuanto más proximo a aquello que nos dejaría sin aliento en la vida cotidiana, cuanto más cruel, cuanto más se acerca a las situaciones vetadas normalmente para la risa.