Defender al mencey Añaterve, que durante tantos años fue considerado el "judas" de los indigenas de Tenerife, sólo podía hacerlo una persona como Pedro Guerra. Y lo hizo tan bien, que nos dejó la enorme incertidumbre de pensar que aquel calificativo con el que se recordaba al ùltimo rey de Güimar, había sido una tremenda injusticia en la que se empeñó, particularmente, el cronista Antonio de Viana.