Un lugar real pero cuyo nombre no encontrarán en los mapas: Bórcor, habitado por historias y personajes. El mar a las orillas de una gran parte de los relatos. La música que suena en tango, bluess, ópera o bolero. El arte y sus pinceladas. El cine en varias proyecciones. Los libros, su magia y su seducción. Son algunas de las constantes de estos relatos inéditos, otros publicados en revistas, libros colectivos, en el blog Buenos Aires 1929 Café Literario y revisados, premiados, y ahora reunidos entre los espejos.