El relato de la estancia de las hermanas Du Cane se centra,
especialmente, en los valores paisajísticos tinerfeños y en la
belleza de sus espacios naturales (y aparecen aquí las primeras
explotaciones plataneras), pero en el libro también se deslizan
notas llenas de interés sobre la situación social y económica
de la Isla y de todo el Archipiélago. Espontáneas, curiosas,
dotadas de cierto elegante espíritu deportivo, las hermanas
Du Cane dejaron un testimonio límpido y primoroso de una
isla que consideraban un pequeño milagro en el Atlántico.