Gisbert Haefs, recientemente galardonado con el Premio de Honor de Narrativa Histórica Ciudad de Zaragoza, vuelve a las
librerías españolas con una obra que hará las delicias de sus lectores, pues en cierto modo es una continuación de su celebrada novela El jardín de Amílcar. Bomílcar, jefe de los guardias que mantienen la ley y el orden en Cartago, investiga el asesinato de uno de los jueces de la ciudad, y sus pesquisas le llevarán hasta el robo de una pieza de enorme valor simbólico para sus compatriotas, la espada de Cartago. El exhaustivo conocimiento de la época y las costumbres cartaginesas que Haefs ha venido demostrando sobradamente desde la célebre Aníbal, la sutil trasposición de circunstancias actuales, como sucedía también en La amante de Pilatos, y el asombroso
talento para recrear intrigas políticas que descollaba ya en
La primera muerte de Marco Aurelio, se combinan en La espada de Cartago de modo, sencillamente, magistral.