El joven cura del pueblo, don Alberto, se tropezó con su cuerpo yerto al amanecer. La mujer estaba desnuda y ensangrentada delante de la puerta de la ermita donde el cura tenía que oficiar misa un par de horas después. La noticia corrió como la pólvora, y pronto se convirtió en el principal chismorreo de la aldea. ¿Quién podía querer matar a aquella pobre mujer? La gente de San Esteban no estaba acostumbrada a las muertes violentas, y que la víctima fuera madre soltera y mujer de costumbres demasiado «liberales» para la época, añadía leña al fuego siempre vivo del verbo popular.
Con la ayuda de Jorge, un monaguillo de diez años, secreto enamorado de la hija de la asesinada, el sacerdote emprenderá su propia investigación para averiguar quién la mató, una labor que le llevará a enfrentarse a la insólita resistencia de algunos oscuros personajes del pueblo...