En este contexto, adopta un papel primordial la aparición de una burguesía capaz de llevar a cabo una labor emprendedora y revolucionaria. Partiendo del análisis de la realidad social del Valle de La Orotava desde la segunda mitad del siglo XVIII, el profesor Adolfo Arbelo realiza un estudio que aporta una gran luz para la comprensión del origen, configuración, formas de vida y mentalidad de uno de los principales grupos integrantes de la burguesía: el agrario. Un colectivo social que se integraría en el bloque de poder oligárquico que rigió los destinos de la sociedad canaria a lo largo del siglo XIX y buena parte del pasado siglo.