Hubo un tiempo en el que solo mencionar la terrible lista de los Reyes Godos provocaba el pánico de los enflaquecidos alumnos de la posguerra española. La aridez y la supuesta inutilidad de ese episodio creaban enormes cefaleas entre los niños de los años 40 y 50. Sin embargo, tras el turbio enunciado, se encontraba un mund o fascinante y misterioso lleno de aventuras emocionantes propias de cualquier película, donde la épica fuera el condimento esencial. Los godos fueron testigos de un periodo asombroso en la crónica mundial, vieron caer Imperios como el Romano, y levantarse otros como el Musulmán y, mientras tanto edificaban un Estado en el solar Hispano. En sus tres siglos de hegemonía se movieron al compás dictado por el destino, fueron nómadas bárbaros, saquearon campos y ciudades, buscaron desesperadamente un territorio al que llamar patria. Lucharon ferozmente por la supervivencia; durante trescientos años ni una sola generación de godos escapó al hambre o a las guerras. Amigos y enemigos de todos los pueblos que les rodeaban escribieron su particular historia en el contexto, de eso que los investigadores llaman, la Era Oscura europea; escasos documentos de la época nos han dado una imagen, más o menos cercana, de un pueblo al que le toco diseñar el prólogo de la Edad media española. Bienvenidos a la aventura de los godos, seguro que disfrutarán con su lectura descubriendo sorprendentes secuencias de una historia que no es otra sino la nuestra.