Hombre de confianza de la Revolución, Faustino formó parte de la expedición del yate Granma, como capitán y miembro del Estado Mayor. Después de la sorpresa de Alegría de Pío, fue uno de los dos hombres que se mantuvieron junto a Fidel durante quince días, hasta el encuentro de Cinco Plamas. Sus acciones heroicas constituyen pruebas de su gran capacidad organizativa y de su valor de combatiente de la sierra y del llano.