El joven y rebelde Roy Kolbe vive en Newark, New Jersey. Roy sobrevive a su propio caos, a su universo de paraísos perdidos. Un Segismundo postmoderno que se refugia en la soledad descubriendo desde su trinchera la soledad de los otros.
Esta no es una novela sobre el honor. Intensa, carnal, extravagante, El Samurái Desnudo es una historia que navega sobre una gruesa capa de realidad distorsionada, como si Warhol hubiese escrito alguna vez una sinfonía pop o Stravinsky hubiera serigrafiado un pentagrama. Influenciada por la cultura estadounidense, deudora del Pulp, en ocasiones frontalmente kitsch, es en esencia un juego, un rompecabezas psicótico, un cómic que no necesita de viñetas. Una oda al Beat en la que caben Hendrix, Scorsese o Peellaert. Una historia en donde no falta ni sobra el humor, el sexo, el rencor, las mujeres fatales, el alcohol o los ángeles caídos.