Todo tiene un lado bueno y otro malo. No siempre la vida
	nos deja ver los dos.
	A veces de las cosas malas extraemos cosas buenas.
	Pero también sucede al revés, de las cosas buenas extraemos
	cosas malas.
	La vida puede ser tan críptica como una piedra. A veces
	tropezar con una piedra puede salvarte la vida. Ese es el
	lenguaje secreto de las piedras.