Esta obra es una recreación del mundo artístico de
Joan Miró a través de un viaje imaginario que el
pintor realiza en busca de cinco manchas de pintura
huidas de su estudio. El autor plantea una metáfora
del arte de Miró en un texto de tono surrealista y con
una gran carga poética, que rebosa imaginación.
El ilustrador dedica un homenaje al pintor catalán,
jugando con el impacto de los colores. Todo el
trabajo plástico tiene una gran influencia del lenguaje
cinematográfico, en la búsqueda de la luz y las
perspectivas. Lenguaje plástico y literario se funden
en esta obra, consiguiendo un álbum especial para
lectores de 9 a 99 años.