Cada noche, el Cartero de los Sueños coge su saco, abre los brazos y echa a volar. Va de ventana en ventana dejando unos misteriosos sobres de color azul celeste. Él es feliz en su trabajo, repartiendo sueños y procurando llegar antes que el Cartero de las Pesadillas, hasta que un día cae en la cuenta de que él, precisamente él, no puede soñar. ¿Cómo es posible