La novela negra española tiene una deuda de sangre con Francisco González Ledesma, Andreu Martín y Manuel Vázquez Montalbán.
Tras la excepcional novela Expediente Barcelona, en la que aparecía a manera de secundario el inspector Méndez, llegaría en 1989 Las calles de nuestros padres, la primera novela íntegramente protagonizada por este insólito sabueso. Con un humor nostálgico y una poética propia de Henry Miller, el lector asistirá a este acercamiento a la Ciudad Condal, entre la idealización y el retrato sórdido.
Francisco González Ledesma aporta una voz única a la novela negra española, al unir en su mirada el costumbrismo, el retrato de los barrios más humildes de Barcelona, la simpatía por los perdedores y un sentido del humor memorable. De la mano del inspector Méndez el lector podrá pasear por las calles de nuestros padres en un acercamiento muy humano al pasado, con todos los recuerdos que ello puede evocar.