El padre de Ekaitz está gravemente enfermo de Alzheimer y cáncer, y él, tal como le prometió a su madre en el momento de su muerte, decide regresar a la que fue la casa de su familia para cuidarlo. La historia de su infancia no es menos dolorosa que la actual. Volver a su casa le trae muchos recuerdos y poco a poco, con ese desconocido que es su padre va descubriéndose y redescubriéndole, y la otra cara de su historia y la de su familia.