Tras la muerte de su excéntrica tía Flo, que vivía alejada de la familia, Katie pide a su hija Millie que se encargue de la limpieza de su casa. Mientras la joven ordena las fotos y cartas de la fallecida, no sólo conoce su fascinante vida y descubre sus mayores secretos, sino que también su propia vida sufrirá importantes cambios.