Este cerco, esta puerta hacia lo ilimitado, y por qué? Heredamos los cercos, los candados, los muros, las prisiones. Heredamos los límites. Y por qué? Por qué no rechazamos a la hora de nacer cuanto nos concedían y cuanto no abarcábamos? Es que teníamos que estar de acuerdo antes de ser. Después de ser y saber se aprende a cercar y a cerrar. Nuestra mezquina contribución al mundo es un mundo más estrecho.